¿Cómo nace Al Grano?

En un mundo donde el avance de la manipulación informativa, el bulo y la corrupción mediática avanzan, principalmente de la mano de la extrema derecha y de la que dice no serlo tanto, pero comparte costumbres de forma demasiado habitual, considero necesario el hecho de intentar abrir nuevas vías comunicativas que permitan contrarrestar tan tamaña tarea. Por supuesto soy consciente de que no es tarea fácil, máxime cuando la sociedad parece aceptar la mentira, la corrupción o el clientelismo como algo común, que por otra parte es el discurso fácil que introducen quienes están dispuestos a utilizar cualquier herramienta para lograr su objetivo, el poder. Además el enemigo cuenta con los recursos y la inestimable complicidad de los grandes poderes mediáticos, que o bien se venden al mejor postor o que directamente silencian el eco de la verdad, pues les interesa más para su supervivencia o simplemente por que ganan más dinero.

No son tiempos fáciles los que nos van a tocar vivir. Con un índice de descredito tan alto en las instituciones y las eternas peleas, los hiperliderazgos y el sectarismo en la izquierda, sobrevuela el retorno del voto útil, en el mejor de los casos, o una traviesa de años en el desierto con el auge del discurso de la extrema derecha o la asunción del mismo por parte de la derecha tradicional.

Sea lo que fuere a mi el cuerpo me pide luchar, con todas las armas que pueda generar, contra la hegemonía del odio, las calumnias y la mentira, que desprestigian el único instrumento capaz de transformar una sociedad, como es la política. Y lo haré de la forma más humilde, pero lo más contundente que pueda.

AL GRANO nace con la misión de arrojar luz sobre cada mentira, cada corruptela, cada conducta caciquil o cada tejido clientelar. Daré mi humilde opinión con honestidad y convicción sobre lo que hace el enemigo, sobre lo que hagamos mal nosotras y nosotros o sobre cualquier posibilidad de construir espacios que nos ayuden a combatir esta lacra. Para ello me comprometo.